Conoce los cuidados para la radiocirugía con Gamma Knife antes y después del procedimiento.
Gamma Knife ha registrado su plan para la vigilancia, prevención y control del Covid-19.
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Gamma Knife cuenta con los más reconocidos especialistas en estas áreas.
Someterse a una neurocirugía a muy corta edad puede aumentar el riesgo de hemorragias o infecciones, por lo que la radiocirugía cerebral es una opción que se ha aplicado con éxito en muchos tratamientos a niños.
Los tumores cerebrales son enfermedades raras en los niños. Sin embargo, cuando ocurren, es difícil pensar en un escenario más difícil. El diagnóstico no solo impacta al niño, sino que también tiene profundas consecuencias emocionales en los miembros de la familia y en los amigos.
Por suerte, se han dado enormes avances en el tratamiento de los tumores pediátricos en las últimas décadas. Este es el caso de la radiocirugía con Gamma Knife, también conocida como bisturí de rayos gamma, una tecnología que ha permitido mejorar significativamente el tratamiento y elevar las tasas de éxito en niños.
Las dos indicaciones más comunes para el uso del procedimiento de radiocirugía en niños son para tratar tumores cerebrales y malformaciones arteriovenosas (MAV)1. Sin embargo, también ha tenido resultados exitosos en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo. En este artículo abordaremos cómo Gamma Knife trata los tumores y MAV en el caso particular de los niños.
Puedes leer más sobre el tratamiento del TOC en niños en esta nota: Gamma Knife para el tratamiento del TOC: testimonio de éxito
Con frecuencia, los tumores cerebrales pediátricos son diagnosticados antes de los siete años y son un poco más comunes en los niños que en las niñas.
En general, los tumores cerebrales en infantes y niños son muy diferentes de los que ocurren en adultos. En comparación con los tumores cerebrales más frecuentes en adultos, los pediátricos aparecen en ubicaciones diferentes.
De igual manera, los síntomas de los tumores cerebrales en niños pueden ser muy diferentes de los casos en adultos. Algunos síntomas comunes son los siguientes:
En cuanto a la malformación arteriovenosa, por lo general se desarrolla cuando el niño está en el vientre o poco después de nacer. En estos casos, su tamaño aumenta proporcionalmente con el crecimiento del niño2.
Esta afección puede causar síntomas a cualquier edad: al nacer, poco después o hasta varios años después de nacer. No obstante, alrededor del 20 % de las malformaciones arteriovenosas son sintomáticas en la infancia. Cada niño puede experimentar síntomas diferentes dependiendo de la ubicación de la MAV, pero algunos de los más comunes son:
Es importante añadir que las MAV tienen tendencia a causar hemorragias que, en el peor de los casos, pueden ser mortales. Por lo tanto, no hay duda de que deben ser tratadas con rapidez.
Al igual que el procedimiento en adultos, la radiocirugía en niños consta de 4 fases:
La primera fase consiste en colocar un marco liviano en la cabeza del niño. Este marco estabilizará la cabeza durante el tratamiento de radiación y servirá como punto de referencia para concentrar los haces de la radiación. En caso de niños muy pequeños, se fabrica un casco a medida para que el marco calce en su cráneo.
A continuación, se realizan exploraciones por imágenes del cerebro para encontrar la ubicación exacta del tumor o de otra anomalía en relación con el marco en la cabeza.
Muchas veces, es necesario sedar a los niños en esta fase para evitar que se muevan. Una vez sedados, permanecen dormidos por el resto del tratamiento. En Gamma Knife del Pacífico contamos con anestesiólogos experimentados en el tratamiento con niños.
Esta fase consiste en diseñar el plan de tratamiento. Para ello, los resultados de las exploraciones del cerebro se introducen en un sistema de planificación computarizado que permite al equipo de radiocirugía determinar las áreas adecuadas a tratar, la dosis de radiación y la concentración de los haces de radiación para tratar el tumor o la MAV.
Finalmente, la cuarta fase es el tratamiento en sí mismo. El niño, dormido, es recostado en la camilla de Gamma Knife. Luego, la camilla se desplazará al interior de la máquina e iniciará el procedimiento, el cual puede durar desde menos de una hora hasta unas pocas horas.
En todo momento, el pequeño es monitoreado por el equipo médico a través de las cámaras instaladas dentro de la máquina. Con esto, se garantiza el cuidado de su salud a lo largo del procedimiento.
Al terminar la administración de la dosis, la camilla se retira automáticamente de la unidad y el niño es atendido por el equipo médico de inmediato.
Los tratamientos que irradian amplias zonas del cerebro, como la radioterapia y la radioterapia total del cerebro, suelen causar daños cognitivos a mediano plazo en niños especialmente pequeños debido a que su cerebro aún está en formación. Sin embargo, esto no ocurre con la radiocirugía con Gamma Knife.
Gamma Knife se caracteriza por su precisión submilimétrica, lo que permite dirigir los haces de radiación directamente a la lesión. En consecuencia, emite de 2 a 3 veces menos dosis a las estructuras sanas en comparación con otras terapias de radiación3. Así, se evita emitir radiación innecesaria al cerebro del niño.
Otro beneficio que brinda la precisión de Gamma Knife son los efectos secundarios leves y temporales. Asimismo, el tiempo de recuperación es muy rápido: el niño podrá hacer sus actividades con normalidad, como jugar o ir al colegio, al día siguiente del tratamiento.
En Gamma Knife del Pacífico hemos tratado con éxito múltiples casos de enfermedades en niños y contamos con testimonios de pacientes satisfechos, como es el caso de Giovana Morante, madre de un adolescente con TOC.
Referencias:
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